Odio a la perra de un amigo
Buen día/tarde/noche y muchas gracias a quien esté sacrificando algo de su tiempo al leerme. He leído en este sitio un caso de una muchacha muy similar al mío. La verdad es que no voy a decir que soy un amante nato de los animales, me gusta respetarlos y por lo general su compañía me es muy grata. He amado a todos los perros y gatos que he tenido. Siempre trato de evitar comportamientos agresivos hacia ellos desde niño y el maltrato me parece injustificable. Pero hasta hace unos meses yo vivía solo con mi pareja, perro y gato, un amigo se ha mudado con nosotros hace alrededor de 4 meses. Antes de venir preguntó si podría traer a sus perras consigo (ambas de razas pequeñas) una chihuahua y una mestiza que rescató de la calle. Desde el momento que me mostró fotografías de ellas sentí que ibamos a tener un gran problema (me calleron terrible de solo verlas, pero acepté porque igual no tendría donde dejarlas) y así fue. El primer día que llegó a mudarse al instante de verlas me hirvió la sangre. Me encantan los perros juguetones porque bueno eso es lo que es un perro, es su esencia, es bonito verlos corretear por ahí y menear la cola, pero estas perras me vuelven loco. Su olor repugnante que al parecer ha dejado ya marcado a su dueño y habitación que ocupan, un olor a orina vieja combinada con eses, tan penetrante y repulsivo (mi pareja y yo hablamos con esta persona acerca de ese olor y si parece haber tomado acción en cuanto a ello, pero el olor persiste). Un día la chihuahua escapó, para ese entonces yo ya había disminuído mi malestar hacia esa perra, la otra me seguía perturbando cada día más y más. Cuando la perra se escapó la verdad no pude evitar sentirme mal, incluso la busqué por las calles más tiempo que su propio dueño y ya no se pudo encontrar. Pero esta otra perra es el verdadero problema, no puedo evitar odiarla con toda mi alma, me molesta todo: verla comer, juguetear, llorar, defecar y observarme, odio cuando se me queda viendo fijamente, odio escuchar a su dueño jugar con ella. Cosas que en mi perro son todo lo contrario, observar sus ojos me llena de ternura, no puedo enojarme con él cuando hace destrozos (aunque la verdad siendo un perro rescatado es muy educado), trato de darle todas las comodidades posibles y los paseos con él son momentos de mucha paz. La perra de mi amigo y yo hemos tenido problemas ya, a base de que yo la molestaba acariciándola muy bruscamente empezó a tomarme odio/miedo. Quisiera entender un poco por qué me pasa esto, por qué tanto odio con un ser que no puede ni hablar, siendo los perros mi mascota favorita. ¿Cómo he podido caer en esto? ¿Cómo mis impulsos pueden más cuando este ser aparece en mi día? La verdad me siento fatal con todo ese odio al animal. Me provoca un malestar psíquico, físico (opresión en el pecho, taquicardias, dolor estómacal) y mucho cansancio.