Trauma ¿cómo vivir si has sufrido algo que no puedes olvidar?
Para este caso no hablamos de una herida cualquiera. Se trata de una herida emocional que permanece y se vuelve crónica en nuestros pensamientos.
La palabra en sí se define del griego como una "herida". Generalmente los traumas ocurren por haber vivido un acontecimiento muy fuerte (desagradable) que puede ser en primera persona: tú lo viviste o puede ser que viste como sufría otra persona. Incluso de manera real o ficticia, sufriendo grandes consecuencuencias.
Cuando se valora un trauma y especialmente cuando se trata, hay que ver el conjunto de síntomas y respuestas que la persona siente y hace en situaciones concretas. Basicamente se sabe que sufrimos un trauma y desarrollamos problemas cuando:
- A) Viviste una situación límite y además sobrecogedora (o también puede ser que hayas sido testigo de la situación).
- B) Después de vivir en carne propia la experiencia o haberla visto como tercera persona, comienzas a experimentar malestar psicológico intenso. Este sentimiento lo ves de varias formas: ansiedad, pesadillas, insomnio, tensión, intranquilidad, tristeza prolongada, problemas de concentración o incluso depresión.
- C) Lo intentas y haces esfuerzos muy fuertes e incluso caros para evitar ese malestar psicológico. Acciones que pueden llevarte a: no dormir para así no soñar, a evitar salir a la calle para no sentirte inseguro o incluso a mantenerte activo todo el tiempo (para suprimir los recuerdos desagradables que te muestra la mente).
Para concluir, los aspectos: A, B y C los llamamos trauma pero realmente el trauma es sólo el A ya que B y C, son en respuesta a dicho trauma. Estas consecuencias son normales cuando se viven traumas.
¿Está diciendo que ese malestar intenso y evitar no sentirlo es normal?
Sí, justamente estoy diciendo que después del episodio traumático, es normal que cualquier persona en esa precisa situación desarrolle un malestar psicológico muy fuerte y por ello intente de todas las formas posibles eliminarlo y evitar sentirlo. El problema es que en gran medida es inevitable.
Y además comento que en gran medida porque existen algunas cosas que se pueden evitar y otras que efectivamente no. Sin embargo, suele ser mala idea dedicar esfuerzo a eliminar molestias relacionadas con el trauma. Solemos querer cambiar cosas del pasado que obviamente no se pueden modificar. Así que la verdadera solución al trauma comienza justo en el trauma.
Es importante destacar que no podemos cambiar los hechos ocurridos y resaltar que a corto plazo no podemos cambiar la forma en que nos sentimos pero sí podemos mejorar la forma en que nosotros nos relacionamos con ese trauma.
¿Cómo es posible hacer eso?
Actualmente, existen procedimientos psicológicos que están comprobados a nivel científicos por su eficacia. Lo más importante es que tienen éxito duradero y además permiten que la persona (que vivió el trauma) y asiste a terapia vea sus avances poco a poco.
Es importante destacar que si una persona ha pasado por una situación traumática y ve claramente que su vida está deteriorada. Sería ideal que el tratamiento se enfoque en ayudar a la persona para que logre recuperar su vida. De esta manera el malestar dejará de ser el centro de su atención. Una vez la persona contacte de nuevo con su vida, poniendo toda su atención en las cosas importantes como: relaciones sociales, familia, trabajo, sus aficiones o su pareja. Todo este malestar causado por trauma será mucho más llevadero, de esta forma cada día y muy poco a poco empezará a ser más fácil relacionarse con el problema.
En otras palabras se notará que la persona está ocupada viviendo su vida "en el aquí y el ahora". Dejando de vivir en el pasado de su trauma o en el futuro de su miedo.
Artículo adaptado del Dr José Olid para el portal MundoPsicologos.com
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