9 características de una persona emocionalmente dependiente
El dependiente emocional tiene una necesidad afectiva extrema, siendo capaz de sacrificar su propia individualidad con tal de mantener la "estabilidad" en su vida amorosa.
La dependencia emocional es un trastorno psicológico que genera un apego excesivo a alguien. El dependiente emocional es incapaz de mantener relaciones sanas. Debido al miedo al abandono, la persona se anula completamente a favor de su pareja, familia o amigos. O sea, vive para satisfacer los deseos del otro.
La dependencia emocional es un comportamiento adictivo en lo cual el individuo cree necesitar el otro para sentirse completo y feliz.
A continuación, te presentamos 9 rasgos muy comunes observados en los dependientes emocionales. Es importante señalar que la siguiente lista no sustituye un diagnóstico psicológico. Si presentas algunos de estos comportamientos y crees que sufres de dependencia emocional, lo más indicado es que busques ayuda de un psicólogo.
1. Se siente ansioso y angustiado cuando está solo
Para alguien emocionalmente dependiente, estar solo significa estar vulnerable y desprotegido. La persona no se sienten segura para llevar una vida independiente y, por eso, necesita el otro para dar sentido a su existencia. El miedo a la soledad hace con que el dependiente emocional abandone totalmente su autonomía.
2. Enorme dificultad para tomar decisiones cotidianas
El dependiente emocional no consigue tomar decisiones sencillas, como, por ejemplo, qué hacer para la cena o qué ropa usar, sin la opinión del otro. Debido al miedo a equivocarse, necesita la validación ajena para sentirse tranquilo. Siente la necesidad de consultar a su pareja, a un familiar o a un amigo en todo lo que hace.
3. Baja autoestima y sentimiento de inferioridad
La persona emocionalmente dependiente suele tener baja autoestima y sufre complejo de inferioridad, lo que hace con que tenga una percepción muy negativa de si misma. Cuando hace algo bien, siempre se compara con los demás. No consigue reconocer sus cualidades y potencial. Esto lleva a una mayor necesidad de apoyo y cariño. Solo se siente realizada consigo misma cuando tiene la constante aprobación del otro.
4. Se siente responsable de cumplir las expectativas ajenas
Debido a la dificultad en tener aspiraciones individuales, el dependiente emocional adopta las expectativas de los demás como propias, anulando sus sueños, deseos y objetivos personales. Cuando el otro tiene éxito, se alegra como si el logro fuera suyo, pero si esta persona fracasa se siente culpable.
El humor del dependiente emocional también oscila de acuerdo con el estado de ánimo del otro. Si este está feliz, sentirá la misma felicidad. Si está triste, se sentirá fatal.
5. Es una persona pasiva y sumisa
Sacrifica constantemente sus necesidades para complacer al otro. Es incapaz de defender sus propios intereses, incluso en los momentos en que se siente desbordada por las demandas ajenas. Cuando se vincula emocionalmente a alguien, nunca se atreve a tomar la iniciativa ni tampoco expresa su opinión . Tiene miedo al rechazo y al abandono. Luego, vive una vida que no es la suya, especialmente si encuentra a alguien que esté dispuesto a tomar las decisiones por ella.
6. Dificultad para poner límites
Saber poner límites es fundamental para desarrollar relaciones sanas. Es lo que nos permite enseñar a los demás cuáles son nuestros valores, como nos gusta ser tratados y lo que consideramos aceptable en una relación. El dependiente emocional no sabe decir no. Acepta todo lo que quiere y propone el otro, incluso cuando sabe que eso le hará algún daño.
7. Creencia en el amor romántico
Tiene una visión romántica del amor, basada en una serie de mitos como “somos seres incompletos hasta que encontramos una pareja”, ¨sin ti no puedo vivir”, “el amor lo puede todo”, “el amor verdadero es para siempre”, “los celos son la mayor muestra de amor”, etc. A la práctica, eso significa que el otro tiene un enorme poder sobre el dependiente emocional, puesto que este pone la relación siempre por encima de todo.
8. Es celoso
La inseguridad, la baja autoestima y el miedo al abandono hacen con que el dependiente emocional sea muy celoso. Siempre quiere saber dónde la pareja está (y con quién está), enviando mensajes o haciendo mil llamadas. No aguanta la separación ni las de corta durada. Abandona a sus amigos o familiares porque siempre necesita pasar más tiempo con su pareja.
9. Es altamente manipulado
Todas estas características hacen con que el dependiente emocional sea frecuentemente víctima de personas manipuladoras y narcisistas. Muchas veces, entran en relaciones tóxicas y no raro la dependencia resulta en abuso emocional y físico.
Las informaciones publicadas por Psico.mx no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psico.mx no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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¡Muy bueno e interesante! Todas estas características generan un patrón muy grande entre cierto sector de la población, prácticamente si tienes 1 o 2 características, es muy seguro que tengas todas. Y es algo que muchas personas pasan por alto o ven “normal” cuando deberían tratarlo desde temprano.