¿Pensamientos obsesivos? Combátelos
A largo plazo, este círculo vicioso puede llevar a consecuencias mucho más graves, como depresión, ataques de pánico, adicción a sustancias o trastornos de la alimentación.
"Las obsesiones no se ofenden si las descuidamos. Descuidarlas es la única manera de alejarlas", Chiara Gamberale.
Cuando estamos en crisis o simplemente algo está mal, es normal que nuestra mente se detenga y piense en las preocupaciones. Es una forma útil de procesar situaciones negativas y encontrar soluciones para avanzar. Sin embargo, a menudo, estos pensamientos recurrentes pueden volverse obsesivos y tener consecuencias negativas en nuestro bienestar psicofísico.
De hecho, los pensamientos obsesivos no hacen más que volver a proponer a nuestra mente las mismas imágenes hostiles, lo que nos lleva a un estado mental negativo, triste y ansioso.
Recordar mil veces cuando nuestro pareja nos dejó o lo que podríamos haberle dicho a nuestro jefe cuando nos despidió, por poner solo dos ejemplos, no nos ayuda a superar una situación negativa, sino a volver a revivir todos esos sentimientos negativos, creando un círculo vicioso difícil romper: nuestra mente está constantemente ocupada con estos pensamientos, evitando dar espacio a cualquier otro estado mental.
Estos pensamientos recurrentes no son solo sobre algo que ya nos ha sucedido, sino también sobre preocupaciones que a menudo no están relacionadas con la realidad, sino más bien con el miedo a lo desconocido, con la ansiedad y el estrés. El miedo a enfermarse, la obsesión de tener todo bajo control en el hogar y en el trabajo, el temor por la salud de los seres queridos... Hay muchos pensamientos que pueden agobiarnos constantemente de una manera casi completamente involuntaria.
A largo plazo, este círculo vicioso puede llevar a consecuencias mucho más graves, como depresión, ataques de pánico, adicción a sustancias o trastornos de la alimentación. De hecho, los pensamientos obsesivos no dejan espacio para nada más y nos llevan a ver todo lo demás de una manera negativa, haciéndonos pesimistas y ansiosos. Además, este círculo vicioso nos aleja de cualquier solución: la mente se enfoca en los problemas, no en su resolución.
¿Cómo superar los pensamientos obsesivos antes de que se vuelvan un círculo vicioso?
La dificultad de superar los pensamientos obsesivos es precisamente su característica de ser constantes, recurrentes e involuntarios. Nos encontramos pensando en cierta situación sin darnos cuenta. Por lo tanto, una opción puede ser aceptar un pensamiento recurrente y analizarlo como si fuera algo que estamos viendo desde afuera. De esta manera, a la larga, estas preocupaciones perderán fuerza.
Cuando tengas más control sobre el pensamiento recurrente, puedes intentar, cada vez que te venga a la mente, enviarlo de nuevo a más adelante. En el momento en que desees bloquear el pensamiento, intenta poner un límite y trasladar esta preocupación a un tiempo determinado. Puede ser útil en estos casos cambiar el enfoque a otra actividad, como practicar deportes, ver a un amigo, ver una película o una serie, comprar o cocinar.
Para aprender a cambiar la atención de un pensamiento obsesivo, puede ser útil inscribirse en un curso de técnicas de relajación, como la atención plena, o participar en clases de yoga.
También hay otra estrategia (desarrollada inicialmente por Luc Isebaert en 2005 y luego descrita por Mark Beyebach). Básicamente se trata de dedicar cada día en media hora a rumiar los pensamientos negativos de uno en uno, utilizando un lugar específico y un horario fijo, preferiblemente no por la noche. Durante la reflexión, tendrá que escribir esos pensamientos o ideas negativas con la intención de trabajar en ellos más tarde durante la terapia (o quemarlos, como sugiere De Shazer). Lo fundamental es que los pensamientos intrusivos se posponen hasta el momento del día siguiente que hayas decidido dedicarte a ellos. Esta última parte de la tarea suele ser la más difícil para la persona, por lo que es posible que se necesiten más herramientas.
Una aclaración: este artículo se basó en la teoría cognitiva estándar. En una perspectiva cognitiva constructivista, los pensamientos obsesivos representan un intento de resolver problemas sobresalientes como por ejemplo, emociones que no están bien resueltas o no están completamente elaboradas. De esta manera, pasamos de la atención consciente a la resolución.
Artículo publicado originalmente en el portal Guida Psicologi
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