¡Te amo, y sé que puedo recuperar tu amor!

Cuando se daña una relación de pareja, es que algo anda mal. Lo más razonable es atender primero mis debilidades individualmente, si funciono bien conmigo mismo(a) funcionaré bien en pareja.

23 AGO 2018 · Lectura: min.
¡Te amo, y sé que puedo recuperar tu amor!

No cabe duda de que cada quien cree lo que le conviene creer, pero nada más alejado de la realidad que podría ser más objetiva de lo que parece, y obviamente que cuando las cosas se miran a través de la lente individual, seguirá pareciendo que cada cual tiene toda la razón, ¿Pero quién la tiene verdaderamente?, ¿El que espera, o el que desespera por tener la razón?, esto es como sentir una grande e imperiosa necesidad de obtener gratificación inmediata. ¡Sed y hambre de querer tener la razón! Y más… ¡Cuando se trata de obtener del otro y casi a la fuerza, el bendito sentimiento de eso que todos llamamos Amor!

¿Cuántas personas padecen de innumerables trastornos afectivos que son objeto de atención clínica?: Orfandad afectiva, carencias emocionales, vacíos existenciales, pérdidas y duelos, crisis incluso hasta de identidad, es decir, se sienten emocionalmente tristes, solos y vacíos, perdieron el sentido de su vida cuando piensan, sienten y creen que perdieron el amor. ¿Pero cómo se puede perder lo que nunca se ha tenido? Y peor aún… ¡Tratar de recuperarlo allá en otra persona, lejos o fuera de nosotros mismos!, ¡Por favor!, eso no funciona así…¡Es absurdo!, es como querer tomar toda el agua del océano solamente con las dos manos, o tratar de llegar a la luna en una avioneta de corto vuelo, puf… Un sueño de niños, ingenuamente pretenciosos que no nos lleva más lejos que a caer en el charco inmundo de la autocompasión.

Esas personas tristes, angustiadas y desesperadas se quejan amargamente: "Ya no me dice "te amo", ya no me llama "mi amor", ya no me cela, ya no me expresa su cariño ni su ternura, ya no siento que le tiemble la voz ni se emocione, ni vibre conmigo cuando estamos juntos, prácticamente ya no tenemos nada que hacer juntos, pero resulta que tampoco queremos separarnos, no se atreve a soltarme, ni yo quiero dejarle ir, entonces ¿Qué es lo que está pasando?, ¿Qué hago en una relación que no llena mi perspectiva?, pero yo le amo, y sin embargo…¡Lo tengo muy claro, ya nada es igual! y me sigo aferrando a la idea de retener a mi lado a ese alguien que ya no es lo que fue, que ya no existe, que ya es pasado, y que ese pasado está muerto y enterrado, ya no tiene regreso posible". Pero el dolor emocional les entume el entendimiento y les va abriendo una grieta insalvable que les atraviesa todas las paredes del alma, doliéndoles lamentablemente el corazón, más allá de la piel.

Sin embargo, hay otros seres más afortunados e inteligentes que prefieren o definen hacer de su dolor, un hermoso pero desgarrador poema de amor: "Hola Corazón, quiero decirte que estoy resentido contigo jamás pensé que pudieras serme infiel. Trastocaste todos mis sueños, mis ilusiones, mis proyectos y expectativas de vida. Con dolor en mi corazón te reclamo y te responsabilizo en lo que me he convertido desde aquel día, al grado de no sentirme yo. He perdido mi identidad, mi valía como ser humano, siento que no soy yo, y peor aún, no sé quién soy. Siento como se han derrumbado tantas cosas dentro de mí, y no sabes cómo y cuánto me duele no tener nada de que agarrarme. Me has regalado los peores días de toda mi vida. Creí que ya lo había sufrido todo, y había soportado hambres, desprecios, pobrezas, carencias, golpes, y esas cosas, pero nada se compara corazón. Me siento perdido. Me robaste no sólo la confianza y la fe que te tenía, no solamente el amor y el respeto, sino también las ganas de vivir. Todo está roto en mí ahora, fragmentado en mil pedacitos tan pequeñitos que sólo contarlos te llevará una vida y media, no se diga el volverlos a pegar. También entenderás que no puedo gritarte las miles de cosas que un corazón herido, traicionado, tendría derecho a gritar y que las tengo ahogadas en mi garganta, por la pequeña razón que crece dentro de ti. (Ese hijo que crece dentro de ti, que no tiene la culpa de nada, pero que incluso ni siquiera sé si es mío).

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Estoy resentido contigo porque no podrás devolverme mi dignidad, mi fe, mi confianza, mi paz, el tiempo, el esfuerzo por ser el mejor esposo, el mejor padre, el mejor amante, todo el amor que invertí en ti. No tienes ni la menor idea del daño que has causado a mi corazón. Cómo explicarte el dolor que siento de no sentirte mía, tus caricias a veces me hieren como cuchillos que se hunden en mi cuerpo. Me duelen hasta tus palabras cuando dices que me quieres o me amas. No creo que lo entiendas pues tendrías que ponerte en mis zapatos, y eso de seguro te mataría literalmente. Estoy resentido contigo corazón, porque me hiciste más pequeño mi mundo, al grado de que hay lugares de la ciudad que no puedo tolerar, y los que evito pasar por ahí. Ya no amaré más tu tatuaje, ni tus zapatillas altas, tus piernas chuecas pero sexys, tampoco el alaciado de tu pelo, ni tus citas con la manicurista. Ya no más canciones de amor o desamor, adiós reuniones de amigos en casa, adiós películas eróticas, adiós escenas románticas. Estoy resentido contigo por tantas cosas, pero sobre todo por cambiar mis rosas por espinas, por hacerme odiar todos los fines de semana donde se concentran todos mis dolorosos recuerdos, pero seguiré contigo hasta descubrir el último detalle de tu historia que destruyó la mía, y hasta que llegue el día en que podamos hablar del tema con toda naturalidad".

Indiscutiblemente en ambos casos, intervienen varias concomitantes que son objeto de atención clínica, que conllevan a deslindar o a asumir responsabilidades de manera urgente y de manera directa: Codependencia emocional, Pérdidas o duelos, Autoestima dañada, miedos, dudas, culpas, etc. Todo esto visto desde una perspectiva cognitivo conductual, nos brinda un extenso abanico de oportunidades maravillosas para trascender cualquier dolor, estancamiento o atoramiento emocional y no necesariamente tener que seguir aferrándonos a la idea de que el amor o la felicidad solamente nos puede llegar de otra persona, y lo que es peor, cuando esa otra persona nos falla, sentimos que el mundo nos aplasta como si fuésemos viles cucarachas caminando a la deriva de las circunstancias. Si no puedes, busca ayuda profesional, casi siempre es la mejor solución.

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Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

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Comentarios 3
  • Fabiola Cruz Micete

    Cómo dejar de sentir tanto dolor por un mal amor.

  • Areli Adriana Correa Serrano

    Me sentí identificada cada párrafo que leía.

  • Gilberto moreno

    Una excelente definición de lo que es el amor traicionado, no digamos la infidelidad sexual, sino la perdida de la confianza y el respeto.

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