Duelo positivo

La muerte es un evento al que todo ser humano debe enfrentarse y aún así la percepción de la misma siempre va asociada al sufrimiento. Se trata de un hecho natural y de la única certeza que tenemos a lo largo de nuestras vidas, sin embargo nadie la tiene presente ni considera que puede ocurrirles pronto, a ellos o alguna de sus personas cercanas.

"Nuestra sociedad todavía no ha aceptado la inevitabilidad de la muerte. Muchas veces estamos adiestrados para contemplar al muerte como un fracaso. (Feinberg, 1997)

La mayoría de nosotros tomamos precauciones para evitar el sufrimiento, ahorramos para tener dinero en momentos de crisis, compramos ropa caliente para cuando llegue el invierno y elegimos a una buena pareja para el futuro, pero pocas personas se preparan para enfrentar la muerte. Adquirir una conciencia sobre la muerte nos ayudará a enfrentar las pérdidas de seres queridos e incluso, enfrentarnos a nuestro último día con paz.

"Hoy puede ser el último día."

Filósofos incitan a despertar con este pensamiento cada mañana. Invitan a las personas a incluir la muerte en su día a día con una perspectiva positiva. Entenderla como una parte de la vida puede ayudar a las personas a liberarse del miedo. Es una invitación a vivir con fuerza y con alegría cada día.

Se dice que la muerte es necesaria, que si las personas vivieran para siempre comenzarían a desearla. La muerte llega como un especio de renovación. Pensándolo así, la muerte también se puede agradecer. Es un descanso. La vida recobra energía para nuevos ciclos. No hay razón para temerla.

Herramientas útiles para el duelo

Hay que estar consientes de que el duelo es una acción que toma tiempo pero que nos ayuda a renovar el propósito de nuestras propias vidas.

• Hablar. Repetir la experiencia puede ser muy doloroso pero al repetirlo podrá enfrentarse de mejor manera a la nueva realidad.
• Entender los sentimientos. Es verdad que muchas veces no solamente sintamos tristeza, existe una gama de sentimientos que podemos sufrir durante el duelo que incluyen el enojo, la culpa, la desesperación, agotamiento y, algunas veces, hasta paz. Entenderlos y aceptarlos es el primer paso para poder enfrentarnos a una pérdida.
• Cuídate. La pérdida de un ser querido no quiere decir que debamos perdernos nosotros también, es un momento importante para poner la vida en orden y no descuida el alimento, el ejercicio o el sueño.
• Conmemora la vida. Dar gracias por haber tenido a esa persona en su vida, celebre que esa persona ha concluido un ciclo, haga significativa y hornada su despedida.

Reflexionemos...

Estar conscientes de la inevitabilidad de la muerte nos deja vivir cada instante con gratitud y volver cada instante en una oportunidad de hacer cosas que nos llenen y sean trascendentes. La verdadera felicidad existe cuando vivimos cada momento como si fuese el último. Confrontar la realidad de la muerte nos permite generar libertad y felicidad inagotables.

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