¡Nadie me lastimará otra vez!
El verdadero amor no puede funcionar desde el apego. No es posible depender de algo de alguien para ser feliz. ¿No sabes cómo lograrlo?, ¡Busca ayuda de un profesional de la salud mental!
Mucho se habla sobre el maltrato físico y psicológico en las relaciones de pareja, pero no sólo en las relaciones de pareja sucede este fenómeno, sino en cualquier otro tipo de relaciones interpersonales en las que son obvias las intencionalidades de mantener el control y poder a través de actitudes insolentes, sátiras palabras hirientes, faltas de respeto a la moral y a las buenas maneras, golpes físicos, psicológicos y emocionales, abuso de patrones conductuales que dañan y lastiman la dignidad, la integridad e identidad "del que se deja", o se lo permite porque no puede o no quiere defenderse de su agresor. ¿Cómo puede ser posible que nos guste besar el látigo que nos lastima? en vez de decir: "Hey, hey... momentito por favor: ¡Esta es la última vez que me haces daño! "
Los factores que influyen en este tipo de conductas patológicas tan complejas, pueden ser de diverso índole: La educación, la cultura, los celos, el machismo, las drogas, la codependencia emocional, los conflictos intra-psíquicos y otros aspectos clínicos que si no son atendidos oportunamente, podrían ocasionar trastornos en el desarrollo psicológico, privaciones y daños severos que afectan de manera integral al individuo.
Serían entonces, objeto de atención clínica inmediata: La baja autoestima, los miedos, la inseguridad, la falta de confianza, las culpas, las pérdidas físicas y emocionales (duelos), los traumas, el resentimiento, las carencias afectivas, los celos, la orfandad emocional, los trastornos de identidad o de adaptabilidad, el dolor emocional que bloquea y entumece, impidiendo todo entendimiento.
Las personas que padecen ese tipo de patologías, no pueden crecer ni madurar psicológicamente aunque quisieran, porque son generalmente personas inseguras, tímidas, cohibidas, autosaboteadas, limitadas y anuladas que no saben funcionar en ningún terreno: Ni físico, ni emocional, ni afectivo, ni familiar, ni social, ni laboral, etc., todo les da miedo, son personas deterioradas y deforestadas, todo lo ven difícil y con justa razón, terminan ocultando sus sentimientos, reprimiéndose o resistiéndose, aislándose y protegiéndose en el bosque de sus vidas, o en el peor de los casos, terminan recurriendo al uso y abuso de algunos medicamentos para poder funcionar. ¡Qué tristeza tener que reconocerlo así!
¿Qué hacer para salir de esos estados emocionales tan lamentables?
En primer lugar reconocer que hay un problema grave que atender y buscar ayuda de un profesional de la salud mental.
Una vez que se ha tomado la decisión de cambiar la realidad que no nos gusta, el terapeuta nos irá orientando sobre las posibles maneras de ir modificando las conductas tóxicas, cerrar círculos viciosos y terminar asuntos inconclusos. Cerrar puertas y ventanas al pasado, ya no tenemos porqué permanecer en el pasado. El pasado ya está muerto y enterrado, ya no existe y por lo tanto, no tiene regreso posible. ¿Y el futuro?, tampoco existe, aún no es, aún no existe, y entonces nos damos cuenta de que lo más valioso e importante que tenemos es el presente, y es a él, a quien tenemos que atender con suprema urgencia máxima, porque el presente es todo lo que tenemos aquí y ahora, y de él dependerá el futuro y la realidad queremos vivir en el futuro.
"Si amas sufres, pero si no amas te enfermas" dijo el Dr. Sigmund Freud, ¿Y qué es preferible: ¿Sufrir por haber amado?, o ¿Sufrir por no haber aprendido a amar?. Si sufres por haber amado y no fuiste correspondido(a), no perdiste nada, por el contrario, ¡Aprendiste a amar!, pero si estás lamentándote siempre por no haber aprendido a amar desde tu amor y no desde tu apego, pues vas a seguirlo lamentando el resto de tu vida, y no te extrañe que te convertirás en la víctima principal no sólo de tu pareja, sino también de tu familia, de tus jefes, de tu entorno, etc. ¡La vida es, lo que tú haces de ella!. ¡Tienes que salir de la prisión de tus miedos!
No es posible permanecer atados a una influencia o a un apego amoroso que nos causa sufrimiento, dolor, tristeza e ignorancia, nomas porque no aprendimos a valorar lo que somos, lo que damos, lo que sentimos, lo que podemos mejorar para ofrecer a los demás. Se puede amar desde un amor no condicionado, no cosificado, ni dosificado. Se puede amar de manera auténtica, sólida, total e independiente, libre, sin ataduras psicológicas, sin miedos, sin celos enfermizos que son inseguridades. Se puede amar sin aprehensiones ni cohesiones porque el amor verdadero es auténticamente libre. El amor incondicional es como un pájaro de albo plumaje que no se debe sujetar, ni enclaustrar o enjaular, porque si lo enjaulamos, se pondrá triste, no cantará, se enfermará de dolor e irá muriendo en su propio sopor.
Permítete abrir las puertas de tu propio corazón para que tu amor vuele libre, auténtico, majestuoso, adonis, guerrero e hidalgo, lleno de vitalidad y confianza por entre las corrientes de la vida, déjalo ser, déjalo vivir, déjalo respirar su propia libertad, no lo amarres, no lo ates, no lo sujetes, no lo condiciones ni lo apegues a nada ni a nadie para que sea él quien te haga valer a ti, apuéstale todo lo que tienes a lo que sientes, a todo lo que eres, a todo lo que puedes llegar a ser si potencias tu propio amor… ¡Recupera tu poder, y disfrútate de hacerlo! Finalmente deja que fluya por tu vida el amor que otros te puedan dar, agradécelo con tu propio amor para que encuentres eco y sepas reconocer la diferencia y recuerda aquella máxima que reza: "Si es tuyo, volverá y si no vuelve, es que nunca lo fue".
Las informaciones publicadas por Psico.mx no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psico.mx no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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