¿Soy una persona pesimista? 8 Signos y cómo cambiar nuestra perspectiva ante la vida

​¿Cómo percibes las cosas? ¿Te consideras una persona negativa, realista o positiva? Descubre si tienes una mentalidad pesimista, cómo puede afectarte esta actitud y cómo lidiar con ello.

17 MAY 2019 · Última modificación: 22 FEB 2024 · Lectura: min.
¿Soy una persona pesimista? 8 Signos y cómo cambiar nuestra perspectiva ante la vida

"Un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; un optimista ve la oportunidad en cada dificultad"

Winston S. Churchill.

Cuando hablamos de pesimismo esto implica una tendencia a ver la vida desde una perspectiva negativa. Es decir, las personas pesimistas pueden acabar enfocándose en solo los aspectos negativos de los acontecimientos. Pero, esta tendencia, en algunas ocasiones puede ayudar a ser más práctico y realista.

El principal problema de las personas que tienen una actitud pesimista es que se enfocan en pensar lo negativo acerca de una problemática. De esta forma, la manera en cómo percibimos las cosas puede acabar definiendo la actitud que vamos a tomar al respecto. Además, lo que pensamos está muy conectado con lo que sentimos y lo que hacemos. Por lo que, si pensamos que todo está mal, esto puede comportar que nos sintamos devastados, lo que implicará tener una actitud más decaída ante todo.

¿Qué es ser pesimista?

Una persona pesimista siempre espera lo peor. Es decir, cuando alguien es pesimista puede tener una visión de la vida con tendencia catastrofista, siempre enfocándose en lo más negativo de los acontecimientos. Por lo que, los pesimistas pueden limitarse en muchos aspectos debido a esta tendencia, creyendo que existen obstáculos que les impiden alcanzar sus objetivos.

Por otro lado, una actitud pesimista siempre se centra en esperar lo peor. Al tener este tipo de pensamientos, estas personas pueden comportarse de manera pasiva y tener menos probabilidades de asumir riesgos o afrontar los desafíos.

Pesimismo, optimismo o realismo: ¿cuál es mejor?

Son muchas las personas que pueden tener la creencia de que es mejor ser optimista que pesimista. Las diferencias entre estas tres visiones o perspectivas para enfrentar la vida son las siguientes:

  • Pesimismo: Una persona pesimista, a pesar de tener evidencia de experiencias exitosas, manifiesta continuamente un profundo negativismo hacia sí mismo y su entorno. Las expectativas negativas y poco realistas de estas personas pueden causar ansiedad y llevarlos a realizar acciones desesperadas para evitar el fracaso. Esta postura se convierte en una estrategia de autoprotección, ya que sus bajas expectativas al éxito los preparan mentalmente para el fracaso y, si no esperan nada positivo, entonces no pueden decepcionarse.
  • Optimismo: El optimismo se define como una tendencia general a esperar resultados positivos. Esto facilita a la persona a solucionar los problemas porque se sienten capaces de hacerlo. Las expectativas que uno tiene sobre su propia capacidad de obtener buenos resultados influyen en poder alcanzar esas metas a pesar de los obstáculos. Comúnmente la persona optimista tiende a explicar los eventos negativos como transitorios. Por ejemplo, cuando se tiende al optimismo, se puede tener más tendencia a pensar que una mala situación es una mala racha y que pasará con el tiempo. En cambio, por lo contrario, alguien con tendencia pesimista puede pensar que todo lo que le puede pasar que considere negativo, esto acabará repitiéndose de manera constante. Aun así, el optimismo, cuando esta perspectiva de vida tiende a ser muy exagerada, puede acabar provocando un pensamiento idealista o ingenuo, ya que puede hacer que las personas acaben ignorando los peligros ante una situación.
  • Realismo : Tener una postura realista significa que la persona tiene los pies en la tierra. Por lo tanto, esta no se inclina hacia un panorama completamente pesimista u optimista. Es decir, se trata de una persona que se mantiene en una postura neutra, procurando siempre ver las cosas como son, sin tomárselas desde una visión más personal. Este tipo de actitud tiende a hacer que las personas sean capaces de ver tanto sus cualidades como defectos, creando un pensamiento para enfocarse en mejorar o prepararse ante una situación estresante.

Ante estas tres perspectivas, es crucial entender la influencia que tiene tanto nuestra mente como la forma en la que percibimos las situaciones que suceden a nuestro alrededor. Esto significa que cada evento de nuestras vidas va a tener su lado tanto positivo como negativa, por lo que, en cada decisión o pensamiento ganamos o perdemos algo. Somos las personas las que decidimos si nos estancamos en eso que no tenemos, que nos falta o perdimos o si en cambio, nos concentramos en lo que tenemos y en lo que somos capaces de lograr.

¿Cuáles son las características de una persona pesimista?

¿Cuáles son las características de una persona pesimista?

Existen algunas actitudes y comportamientos que pueden ser muy comunes en las personas que tienen una actitud pesimista o un pensamiento más negativo alrededor de la vida. Entre algunos de los signos más comunes podemos encontrar los siguientes:

  1. Esperar siempre lo peor: Las personas pesimistas tienden a creer que siempre ocurrirá lo peor en una situación. Esto comporta que se comporten de una manera muy concreta por lo que implica tener también una actitud más pasiva ante un problema, desafío o evento.
  2. Sentir que las cosas no irán bien: El pesimismo también implica que las personas estén siempre presintiendo que las cosas no irán bien. Es decir, antes de que una situación suceda, ya consideran que esta tendrá un mal resultado.
  3. Miedo al fracaso: Otra de las características que suelen representar a las personas pesimistas es que estas tienden a no dar el primer paso ante ciertos acontecimientos por miedo al fracaso. Esto puede impedir que intenten asumir ciertos riesgos.
  4. Diálogo interno negativo: Las personas pesimistas tienden a tener pensamientos más negativos. Es decir, se hablan a sí mismas con un discurso negativo, poco amable y sobre todo, muy catastrofista.
  5. Baja autoestima: La falta de autoestima también está muy vinculada con tener una perspectiva más pesimista o negativa ante la vida. Además, implica un círculo vicioso ya que estos pensamientos negativos tienden a fomentar actitudes, comportamientos y creencias erróneas sobre uno mismo.
  6. Centrarse en las carencias: Una actitud muy propia de las personas pesimistas es focalizarse en lo que les falta en lugar de aquello por lo que pueden estar más agradecidos.
  7. No considerar las propias habilidades: Debido a la negatividad y a la baja autoestima, estas personas tienden a no tener en cuenta sus propias habilidades o fortalezas personales.
  8. Creer que las cosas agradables no duraran: Cuando una persona tiende hacia una actitud más pesimista puede acabar creyendo que aquello positivo de su vida no durará. Esto puede implicar tener la creencia constante de que lo agradable no podrá durar y acabará pronto.

Una persona pesimista no tiene por que experimentar todo esto. Por lo contrario, estos signos de pesimismo tienden a presentarse de manera diferente en cada caso.

Cuáles son las causas del pesimismo

Existen diferentes influencias que pueden influir en tener una actitud más pesimista. Aun así, los principales factores que pueden desencadenar este tipo de comportamiento son los siguientes:

  • Genética: Las investigaciones apuntan hacia evidencias de que el pesimismo puede ser un rasgo hereditario. A pesar de ello, el entorno familiar y cultural también tiene un papel en la configuración de este rasgo.
  • Padecer un trauma: Haber sufrido una experiencia traumática puede hacer que las personas sean más propensas al pesimismo. De hecho, los traumas tienen el potencial de conseguir cambiar la forma en la que una persona se ve a sí misma y a los demás.
  • Tendencia a los trastornos del estado de ánimo: Si se ha padecido de un trastorno de salud mental, sobre todo aquellos que afectan al estado de ánimo, esto puede acabar implicando una mayor posibilidad de un pensamiento más pesimista.
  • Falta de apoyo: Aquellos con un pensamiento más pesimista pueden tener esta tendencia debido a la forma en la que sus padres o familia les han tratado. Al no tener un buen sistema de apoyo desde la infancia, las personas pueden presentar una baja resistencia a la frustración así como inseguridades.

¿Cómo puede afectar una actitud pesimista?

¿Cómo puede afectar una actitud pesimista?

Diferentes estudios han demostrado la asociación que tiene el pesimismo con una peor salud física y mental. Es decir, el pesimismo puede acabar influyendo negativamente en muchos aspectos, como fomentar un mayor estrés, empeorar nuestra salud física y hacernos más vulnerables a los episodios depresivos. Algunos de los efectos que puede implicar el pesimismo son los siguientes:

  • Más probabilidades de padecer de depresión: Tener una actitud demasiado pesimista puede acabar provocando que las personas tengan más probabilidades de padecer de un trastorno depresivo mayor. Esto es debido a que estos pensamientos influyen en las distorsiones cognitivas, creando la sensación de un catastrofismo en muchos aspectos.
  • Aumento del estrés: El pesimismo también hace que las personas aumenten sus niveles de estrés. Además, este tipo de actitudes hace que sea más difícil controlar nuestros niveles de estrés.
  • Empeora las relaciones: Las personas pesimistas tienden a tener una actitud más negativa. Este tipo de pensamientos y comportamientos pueden hacer que sean más críticos con los demás o que se aíslen de las personas más cercanas.
  • Mayores molestias físicas: El pesimismo también contribuye a padecer de dificultades para dormir, así como aumentar las probabilidades de padecer de enfermedades cardíacas o de hipertensión.
  • Síntomas de ansiedad: Cuando una persona tiene tendencia al pesimismo suele preocuparse sobre su futuro. Al tener estas creencias anticipadas ante situaciones futuras, esto aumenta la probabilidad de padecer de ansiedad.
  • Peor desempeño y falta de concentración: Una actitud pesimista puede acabar afectando a la motivación de las personas. Por otro lado, el pesimismo también está vinculado con tener más inseguridades y sobre todo una falta de confianza para afrontar proyectos desafiantes.
  • Baja autoestima: La relación entre el pesimismo y la autoestima no está muy clara. El motivo: las dos suelen estar muy vinculadas. De hecho, ambas características tienden a desencadenar un círculo vicioso de negatividad.

¿Cómo mejorar una mentalidad pesimista?

Aunque parezca algo difícil de cambiar, la realidad es que las personas pesimistas pueden aprender a lidiar con estos pensamientos y comportamientos. Además, con el tiempo, pueden aprender a ser más positivos y a ver el lado más amable de la vida. Algunos de los consejos que podemos tener en cuenta para afrontar esta actitud son los siguientes:

  • Desafía los pensamientos negativos: Uno de los primeros pasos que debemos tener en cuenta si queremos lidiar con el pesimismo es que este suele estar muy influenciado por nuestro diálogo interno. De hecho, confrontar estos pensamientos y sobre todo racionalizarlos, puede ayudarte a cambiar tu perspectiva ante determinadas situaciones.
  • Usa la atención plena: En la actualidad, parece todo un desafío permanecer en el momento presente. Por lo que, una manera que puede permitirte centrarte en el ahora es la atención plena. Esta práctica implica permanecer consciente del momento actual y sobre todo tener toda la atención enfocada en aquello que estamos haciendo.
  • Practica la gratitud: Estar agradecido es una herramienta muy útil para afrontar el pesimismo. Esto puede significar centrarnos en lo que sí tenemos en nuestros días en lugar de las carencias. Expresar más gratitud te permitirá focalizarte en las experiencias positivas y dejar de lado lo negativo.
  • Rodéate de personas positivas: Muchas personas pueden tener un entorno negativo que les fomente pensar de esa manera. Por lo que, una buena iniciativa para acabar con este tipo de pensamientos es centrarse en aquellas personas que tienen una actitud más positiva. Al rodearte de personas con una mentalidad más alegre, esto te ayudará a impregnarte de esta forma de ser.
  • Concéntrate en lo importante: Encontrar significado y propósito te permitirá ser más positivo y sobre todo a lidiar con una actitud pesimista. Es decir, si nos centramos en lo que es verdaderamente importante para nosotros, esto puede ayudarnos a ver el lado positivo de la vida.

Como vemos, existen muchas maneras en las que podemos mejorar nuestra mentalidad y confrontar el pesimismo. Aun así, si sientes que esto te está limitando en muchos aspectos, puede ser una buena idea obtener ayuda psicológica. Con esfuerzo y trabajo conseguirás verlo todo desde una mejor perspectiva.

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Escrito por

Mariel Contreras

La terapia con la psicóloga Mariel Conteras ayuda a activar fortalezas y recursos positivos para avanzar hacia la meta planteada por cada persona en consulta. Se utilizan métodos efectivos para fomentar el autoconocimiento y adoptar nuevas actitudes y sentimientos hacia la vida.

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