¿Adicta yo?, ¡No puede ser!

Las distintas adicciones son psíquicas, se manifiestan de varias maneras: En la comida o bebida, la adicción al sexo, costumbres, hábitos o estilos de vida ¿Cuál es la tuya? ¡Identifícala!

27 SEP 2017 · Lectura: min.
¿Adicta yo?, ¡No puede ser!

Las adicciones forman parte de las conductas humanas; son una enfermedad mental que a veces abarca todas las áreas de nuestra vida, con o sin drogas (incluyendo alcohol y tabaco). ¿Cuáles son esas áreas?, veamos:

1.- Zona o área familiar,

2.- Zona o área laboral,

3.- Zona o área afectiva,

4.- Zona o área Social,

5.- Zona o área de Salud.

¿Cómo reconocer si soy adicta a algo o a alguien?

Se pueden ver sus efectos en nuestras ideas, en nuestros pensamientos, sentimientos y emociones, en nuestra conducta, incluso después de dejar de consumir. Por esta razón, nos hace falta una solución que repare u equilibre todas las áreas de nuestra vida. ¿Cuál sería la mejor solución?

En primer lugar identificar tus zonas o áreas de vida más frágiles y quebradizas, porque es allí donde residen tus más grandes debilidades que también son zonas de oportunidad ¿Sabes porqué?, porque la conducta afortunadamente es modificable.

¿A qué somos adictos los seres humanos?

Algunas personas somos adictas a la comida, otras a la bebida, algunas otras quizá a las comodidades, a una persona, a un lugar, a alguna ropa en especial o perfume, zapatos o a un estilo de vida en particular, a una costumbre, a un vicio, a un sistema de creencias, sin importar raza, credo o nacionalidad.

Otras personas somos apegadas o adictas a vivir en una casa, o somos adictas a sentirnos libres, a viajar, a quejarnos de algo o por algo o por alguien. Somos adictos en ocasiones a algún medicamento, a alguna canción, a algún sabor, a algún olor. Somos adictos al sexo, al sueño, a mentir, a evadir, a competir, a ganar, a tener siempre la razón, etc.

Somos adictos o adictivos a todo lo que nos gusta o le gustamos demasiado, porque somos seres inclinados a vivir en los extremos y casi siempre estas adicciones se adquieren en una zona de confort que por naturaleza a nadie le gusta abandonar.

Pero, ¿Qué pasa cuando nuestras adicciones, costumbres, hábitos o vicios afectan de manera directa o indirecta a personas de nuestro entorno, sean éstos, padres, hijos, esposos y familia en general, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, y hasta la pobre gente de la calle que nada tiene que ver?… Nos convertimos en un problema de carácter sociocultural y allí sí que tenemos que hacer un alto en el camino para reflexionar y reconsiderar nuestras conductas nefastas, re-capacitar y re-reconstruir lo que a nuestro paso hemos dañado, aún sin intencionalidad..

A veces creemos que nosotros no somos capaces de dañar a otras personas, pero la gente de buena fe también comete errores, somos sinceros equivocados, es decir, todos nos equivocamos y al no saber o no poder reconocer nuestras adicciones y nuestros errores como un verdadero problema bio-psico-social, estamos adquiriendo otro problema más para agregar a la canasta de nuestras debilidades. Por lo tanto: Revisemos y acomodemos nuestras ideas, filtremos excesos, reactivemos nuestra inteligencia emocional, re-conozcamos y re-afirmémonos en la necesidad de convertirnos en personas sanas y nutritivas para sí mismas y para quienes nos rodean.

Una buena forma de reconocer y admitir que somos personas dependientes y adictas, es asomándonos a nuestras necesidades psicológicas y si necesitas ayuda, aquí estamos para orientarte, escríbenos a Psico.mx y con mucho gusto te responderemos a la brevedad posible.

PUBLICIDAD

Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

Ver perfil
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

últimos artículos sobre coaching

PUBLICIDAD