Comunicación asertiva (dinámica) : ¿Por qué es importante tenerla?

Como adultos, en ocasiones consideramos que es suficiente dar una indicación a nuestros hijos, compañeros o pareja y con eso deberíamos obtener un resultado adecuado a nuestra petición, sentimos que simplemente pidiendo amablemente algo hemos de conseguir que el otro (pareja, hijos) nos lo de, perdiendo de vista que dentro del esquema más básico de comunicación existe algo llamado "interferencia", que va desde el ruido alrededor, las dificultades sensoriales que compliquen el entendimiento del mensaje y la que en este momento nos compete: la comunicación asertiva.

¿Por qué es importante tener una comunicación asertiva?

Cuando una acción o situación no sucede del modo que esperamos, solemos considerar que el receptor del mensaje no lo entendió, o que hubo interferencia alrededor del mensaje pero ajena a nosotros, sin embargo, en muchas ocasiones el problema radica en cómo nosotros formulamos ese mensaje. La comunicación asertiva no trata sobre tener el mismo canal de comunicación, ni hablar el mismo idioma, ni siquiera acerca de un mismo nivel cognitivo, sino de mi capacidad de mantener una actitud personal positiva a la hora de relacionarme con los demás, lo cual requiere que mientras me exprese, evite descalificaciones, reproches y enfrentamientos.

Esto implica no solamente decir lo que pensamos y de qué manera lo decimos, es también comprender mis necesidades, las de las demás personas (la empatía), ser responsable de mis emociones y conectar con los demás.

Con relación al comportamiento externo, la comunicación asertiva se transmite mediante un habla fluida, un contacto visual que no es amenazante y comodidad en la postura. Pasando a otros componentes, nos encontraríamos que en cuanto al pensamiento y a la emoción, la comunicación asertiva se manifiesta por lo siguiente:

• Los derechos propios y del otro
• Autoestima
• Respeto a sí mismo y a los demás
• Control emocional
• Opinión respetuosa
• Comprensión hacia la opinión de los demás
• Pregunta cuando algo no lo tiene claro

¿Cómo saber si tenemos una comunicación asertiva?

Aquí presento un buen ejercicio para saber si solemos comunicarnos asertivamente:

El juego de los ojos vendados (+2 personas por equipo)

Dinámica: un miembro de cada equipo tendrá los ojos vendados y caminará (todos los vendados al mismo tiempo) a través de una superficie con obstáculos (sillas, zapatos, libros, etc) siguiendo las instrucciones que le den los demás miembros en voz alta para evitar chocar con los objetos y los demás sujetos vendados, puede implementarse un "tesoro" que obtener en cierto punto de la superficie o simplemente el reto de atravesarla sin mirar y solo oyendo a los demás

El juego funciona porque crea confianza, requiere de escucha y habilidad de instrucción/dirección.

Situaciones a observar: como el objetivo del juego es que el miembro vendado atraviese y consiga el tesoro (o sólo atraviese), es útil observar cómo difícilmente se organizará el equipo restante para que sólo uno de ellos de las indicaciones o simplemente irse turnando, por lo regular todos hablan (o peor, gritan) al mismo tiempo, confundiéndolo con las instrucciones que los demás equipos le den a su propio compañero vendado, también es importante como reflexión posterior al término del ejercicio analizar cómo cada uno dio sus instrucciones: ¿gritó o repitió lo mismo una y otra vez alzando cada vez más la voz esperando que con eso la indicación se entendiera mejor? ¿dejó que los demás dieran las instrucciones? ¿perdía tiempo diciendo cosas sin sentido o "pequeños insultos" , por ejemplo: no seas tonto, que por ahí no, míralo, te vas a pegar con el "dese"? ¿Conforme se acercaba el término del ejercicio se exasperaba y gritaba o repetía con desespero instrucciones? ¿Era poco claro en indicar qué camino tomar o cómo moverse? ¿Decidió tomar las riendas y llevar a la persona de la mano? (las instrucciones no dicen que sí o que no debe hacerse esto último).

Podremos ver cómo en un momento que requiere de nuestra total capacidad de dirección, es fácil caer en errores de comunicación, donde nos dejamos llevar por impulsos y las emociones se descontrolan, aún siendo una simple dinámica de grupo; será entonces momento de reflexionar cuántas veces somos así en pláticas de pareja o con nuestros hijos:

Nuestra pareja/hijo llega con un problema de la oficina/escuela y quiere compartirlo con nosotros, entonces nuestra opinión surge en forma de reproche, de los defectos que vemos en él o ella y de cómo estos pudieron influir en el problema que le aqueja, rememoramos aquella ocasión donde "por culpa de ese defecto" le pasó algo similar, concluimos en que lo que nos cuenta pudo haberse evitado si él o ella fuera más o menos de cierto modo, y creemos que con eso ayudamos a solucionar lo que venían a contarnos.

Satisfechos nos vamos porque creemos que gracias a nuestro aporte (crítica), la persona que vino a nosotros entenderá que para solucionarlo y que no vuelva a ocurrir debe cambiar aquello que nosotros vemos mal en ellos. Mientras tanto ellos entendieron que la siguiente vez que algo les aqueje, de ninguna manera volverán a contarnos.

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