¿Para qué sirven las emociones?

Las emociones afectan la forma de percibir el mundo que nos rodea. Las emociones sirven para tomar decisiones de manera eficaz. También las emociones nos sirven para comunicarnos y comprender a otras personas asegurando la transmisión de información a otros cuando algo nos sucede a través de señales corporales, gesticulaciones de la cara, sea de enfado, de que se está pasando por alguna situación de angustia, de necesitar ayuda, de que algo gusta y deseamos más.

Por ejemplo, la actitud corporal nos da información de la persona: si tiene los brazos cruzados demuestra defensa. El espacio entre una persona y otra podrá darnos seguridad, en cambio la proximidad podrá intimidarnos y hacernos sentir incómodos, si una persona al saludar nos toma con las dos manos es una demostración de afecto, etc.

Las emociones son innatas, aunque también las aprendemos y podemos mantenerlas.

Cada estímulo desencadena una emoción, y en nuestro cerebro a través de un grupo de células se generan nuevas conexiones reteniendo las emociones, y una vez grabadas difícilmente se borran, por esta razón se obstaculiza el poder controlar nuestras emociones.

Función de las emociones

Ayudan a tomar medidas ante situaciones estresantes preparando al organismo para la huida ante un peligro.

Cuando experimentamos una situación gratificante como a alguien haciendo algo por nosotros, nuestro cerebro desprende sustancias como la dopamina, oxitocina o serotonina, químicos que tenemos en nuestro cerebro que al desprenderse nos hacen sentir con bienestar y motivados. La parte sensorial de nuestro cerebro entra en acción, mucho antes que nuestro cerebro lógico, y si las reacciones del cerebro sensorial son demasiado fuertes llegan incluso a dominar nuestro comportamiento siendo incapaces de pensar.

Aunque muchas de nuestras respuestas emocionales pasan de manera inconsciente, nuestro pensamiento puede influir en nuestras emociones, y esto puede ser de gran utilidad, ya que ante una situación que pensamos como amenazante se llega a producir una respuesta emocional y aquí es cuando podemos manejar nuestro pensamiento de manera consciente.

Nuestras emociones toman un papel muy importante en la forma que experimentamos el mundo. Entender y controlar nuestras emociones a través de nuestros pensamientos y comportamientos puede ayudarnos a tener un mayor control de nuestro cerebro y a conseguir nuestras propias metas y manejar nuestro comportamiento no verbal.

Anteriormente se creía que las decisiones eran racionales, que se tenía que pensar qué es lo mejor conociendo cuáles son las consecuencias positivas o negativas, y hoy ha cambiado absolutamente el campo de las neurociencias creyendo que, en realidad, es mucho más emocional las respuestas de nuestra manera de comportarnos de lo que creemos, es decir, nuestras emociones nos obligan a tomar una decisión mucho antes de que racionalicemos los pros y contras de esa decisión.

En el sistema límbico se encuentra la vinculación con un sistema de recompensas y toma de decisiones. Los pensamientos tienen que ver con la toma de decisiones, ya que actuamos debido a emociones previas.

Para aprender a manejar nuestras emociones podemos realizar el siguiente ejercicio:

Ante un evento o hecho determinado tenemos una emoción, escribamos la emoción que tenemos en ese momento, así como los pensamientos que tenemos producidos por esa emoción y demos una calificación en ese momento del 0 al 10, siendo cero la calificación que denotará que no será verdadero lo que se piensa y 10 la calificación máxima de que si se presentará el o los pensamientos que llegan en ese momento a nuestra mente.

Al final de transcurrido el día, checar que calificación dimos a todas nuestras emociones y pensamientos, y nos daremos cuenta que lo que pensamos de acuerdo a esas emociones en ese momento no serán reales, ayudándonos a evaluar de manera más adecuada nuestra vida y vivamos sin angustia y más acorde a una realidad.

Las informaciones publicadas por Psico.mx no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psico.mx no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.