Trastorno de Estrés post traumático
El sentimiento de culpa invadirá en la mujer que llega a sufrir de violencia por parte de su pareja, la cual con el paso del tiempo hace que la víctima vaya cambiando su estado emocional.
Algunas personas erróneamente llegan a pensar que la violencia contra la mujer es un problema privativo del latino, o del mexicano, sin embargo, la violencia de género es un fenómeno social y de salud pública; el cual no es es exclusivo de una región o país, sino que es universal y que afecta a todo el mundo.
Cuando en la pareja existen episodios de violencia, las personas lastimadas emocionalmente tienden a tener sentimientos negativos de tipo devaluatorios hacia su persona, sienten humillación, vergüenza, culpa, miedo y ansiedad; por lo regular su comportamiento hacia los demás es de aparentar que se encuentran bien, para no revelar sus verdaderos sentimientos mostrando como si no pasará nada, aunque en el fondo, su corazón se encuentre lastimado.
El sentimiento de culpa invadirá en la mujer que llega a sufrir de violencia por parte de su pareja, la cual con el paso del tiempo hace que la víctima vaya cambiando su estado emocional no permitiéndole vivir el ¡aquí y el ahora! dejando de disfrutar los placeres que la vida le ofrece.
El sentimiento de culpa se da producto de la consecuencia del trastorno de estrés postraumático y se relaciona como cuando una persona sobrevive siendo testigo del fallecimiento de seres queridos o de haber mantenido una relación intensa estresante donde se convive con una persona con una enfermedad crónica degenerativa, o el convivir con un alcohólico-adicto donde se ha vivido de manera constante situaciones de estrés continuos, o que la persona ha estado expuesta en una situación en la que otros han muerto, así como sobrevivir ante un accidente o una tragedia.
Se conoce como "el síndrome del superviviente" haciendo referencia en la segunda guerra mundia,l al veterano de guerra que sufre de la culpa que emerge en sus recuerdos al regreso a su país sano y salvo encontrándose en situaciones de alegría y disfrute no pudiéndose dar la oportunidad de divertirse, ya que piensa ser desleal ¿cómo me voy a divertir si mi compañero de guerra al lado mío falleció?.
El tipo más grave de violencia es sin lugar a duda el de la violencia psicológico-emocional, y en la proporción del daño originado será la profundidad de la herida; persistiendo en la persona maltratada sintiéndose humillada utilizando una barrera en contra de relacionarse nuevamente, no permitiéndose conocer otra(s) pareja(s) como mecanismo de defensa para para evitar volver a sufrir.
En el inicio de la relación con una pareja en la etapa de enamoramiento, existirá descontrol y confusión acompañados de culpa y la pareja que sufre estas actitudes negativas devaluatorias con énfasis de anulación y descalificación, justificará al victimario, ya que en esta etapa de la relación no se logra detectar las insatisfacciones que el victimario le provee; como dice Enrique Echeburúa., "en muchas ocasiones y con la coraza del enamoramiento, dificultan que la propia víctima se reconozca como tal". (cita de Echeburúa y cols.).
El malestar emocional perpetuado de mucho tiempo hace que la víctima en la dinámica del maltrato no llegue a detectar estas diferencias de lo que consideramos reaccionar de manera común en una relación de pareja, argumentando las acciones negativas perpetuándolas hasta un "Trastorno de Estrés Postraumático" (TEPT).
Otro tipo de "Trastorno de Estrés Postraumático" (TEPT) se da a través de la violencia sexual relacionada con el forzar las relaciones sexuales causada por las parejas, generándose más en las víctimas jóvenes.
Dentro de los rasgos característico en el "Trastorno de Estrés Postraumático" se encuentran según criterios del DSM-5 Diagnóstico de Salud Mental y la Asociación Psiquiátrica Americana (APA, 2013): haber estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido amenazas para su integridad física o la de los demás y la persona a respondido con un temor intenso ante esta situación.
El revivir a través de sueños y recuerdos intrusivos provocando malestar psicológico intenso, al encontrarse con estímulos que recuerdan el acontecimiento provocando una respuesta fisiológica negativa tratando de evitar estímulos asociados al trauma: como pensamientos, lugares, actividades que antes hacía, restricción de la vida afectiva, e incapacidad para recordar partes concretas del trauma.
Existirá dificultad para dormir y concentrarse, rabia e ira, hipervigilancia o respuestas exageradas de sobresalto. Hay deterioro social, laboral o de otras áreas. Se puede llegar a distorsionar las consecuencias del suceso traumático. Miedo, culpa o vergüenza persistente. desapego de los demás. Incapacidad de experimentar emociones positivas (p. ej., felicidad, satisfacción o sentimientos amoroso. habrá irritabilidad con arrebatos de furia con poca o ninguna provocación. La forma de comportarse es imprudente o autodestructivo.
Psic. T.F. Gilberto Espino G.
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