El suicidio y la adolescencia
El suicidio e la causa del 0.9% de las muertes a nivel mundial. En cuanto a la población entre los 15 y los 24 años, el suicidio ocupa el tercer puesto como causa de muerte.
¿Cómo impacta el suicidio en la mortalidad?
De acuerdo con el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, de la Secretaría de Salud, en un estudio de población no institucionalizada, desde 1970 hasta el año 2007, la tasa de suicidios en el país se ha incrementado un 275 por ciento, siendo el grupo más vulnerable la población aquellos jóvenes entre los 15 y 29 años de edad.
La conducta suicida se ha relacionado principalmente con el trastorno depresivo mayor (tristeza la mayor parte del día, perdida del interés en actividades placenteras, problemas en sueño y apetito etc.) A pesar de la importante relación del suicidio con la sintomatología depresiva, no podemos considerar como causa univoca a este trastorno para el suicidio. Las determinantes del suicidio engloban tanto posibles trastornos mentales, (depresión, abuso de sustancias, esquizofrenia etc.) como complicaciones familiares y sociales.
Los riesgos en la adolescencia
Algunos de los adolescentes con riesgo de cometer algún acto suicida pueden sentirse desesperanzados, pesimistas, y tener baja autoestima. La baja autoestima está relacionada con la sensación de no tener las capacidades para resolver problemas, por lo que el suicidio podría representar esa "solución" para aquellos problemas que consideran "insolubles".
No se puede dejar de lado los factores biológicos. En la adolescencia aún no se desarrolla del todo la corteza prefrontal, encargada del control de impulsos. Esto explica la preponderancia de conductas impulsivas en los adolescentes, conductas que en ocasiones pueden ponerlos en situaciones de peligro. Cabe aclarar que no todo adolescente por el simple hecho de serlo, se involucrará en actos peligrosos.
Señales de alerta
Hay que tener en cuenta que si bien existen ciertas conductas que pueden servir como indicadores para saber si el adolescente se encuentra deprimido, por si solas ninguna de estas indican necesariamente que el adolescente padece de algún trastorno o considera hacerse daño. Incluso la combinación de estos factores tampoco puede nos puede dar certeza de patología mental. Pero podemos si mencionar algunos aspectos para estar alertas y en consecuencia acercarse de forma comprensiva al adolescente a fin de averiguar cuáles son sus preocupaciones.
Estado de ánimo
Como se ha mencionado la depresión es una de las causas principales del suicidio y en ocasiones es difícil, incluso para los familiares, detectar si el adolescente se encuentra deprimido. Cabe resaltar que muchos adolescentes no manifiestan depresión sintiéndose tristes. En la adolescencia es común que en lugar del sentimiento de tristeza, el adolescente se muestre enojado y molesto.
Familia disfuncional
Mala comunicación y conflictos con los padres, rupturas familiares (p.ej., divorcio) además de la falta de apoyo familiar se encuentran como posibles determinantes en la ideación suicida del adolescente.
El maltrato tanto físico como psicológico dentro del sistema familiar, así como el uso y abuso de sustancias y la propia psicopatología de los padres, invariablemente influyen en la salud mental del adolescente.
Dentro del marco familiar, los adolescentes pueden tener la idea de que le han fallado a sus padres, que no han cumplido con las expectativas de estos o pueden tener la sensación de no ser amados y comprendidos.
Problemas académicos
Los problemas de rendimiento académico pueden considerarse como elementos coadyuvantes a la depresión, solo si estos tienen influencia en la autoestima, el proyecto de vida y el autoconcepto del adolescente.
A los problemas del rendimiento escolar pueden sumársele, el acoso escolar y las dificultades sociales que se reflejan en la dificultad que tiene el joven para relacionarse con sus compañeros.
Cambios en la rutina diaria
Esto engloba tanto su comportamiento social, es decir, el aislamiento respecto a familiares y amigos, como cambios en sus hábitos alimenticios y del sueño. El hecho de que el adolescente coma menos, tenga problemas para conciliar o mantener el sueño son señales que los padres deben tener en cuenta.
El uso de sustancias como el alcohol, la mariguana y otras drogas, se ha relacionado tanto en adolescentes como en adultos, con conductas suicidas.
¿Se puede prevenir el suicidio?
Las posibles señales de suicidio del adolescente en ocasiones no son notadas por el medio familiar, entonces, ¿cómo podemos evitar el acto suicida y las conductas de riesgo en los jóvenes?
Como padres de familia es importante construir un puente de comunicación y confianza con los hijos. Este vínculo especial y profundo puede edificarse desde edades muy tempranas. Desde los cuidados, la atención y la genuina preocupación por los sentimientos de los más pequeños, se puede construir ese vínculo especial.
Pero aún en los jóvenes adolescentes no hay que abandonar la consigna de acercarse a ellos. Una manera de detectar cualquier señal de peligro para la integridad del adolescente, es que este se encuentre en confianza con sus padres para comunicarles sus emociones y en caso necesario acudir cuanto antes con un profesional de la salud mental.
Es difícil contar con una lista de especificaciones para garantizar que, de forma absoluta, alguna persona no cometa suicidio o se haga daño, pero en la medida que mantengamos abiertos canales de comunicación asertiva, donde se puedan compartir con libertad y sinceridad nuestros sentimientos, podremos ofrecer esa ayuda, ese apoyo tan importante y humano, para esa persona que siente que la vida misma ha perdido todo sentido.
Por Isay Nevares
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Gracias por la información, es de mucha ayuda para mi compadre de familia.