5 formas de lidiar con personas pasivo-agresivas
Las personas pasivo-agresivas nos dejan en shock... nos humillan y nos frustran a su voluntad. Por eso escribimos las 5 formas más efectivas de mantener la calma frente a estas personas.
La cualidad principal de una persona pasivo-agresiva es que sabe muy bien cómo molestar a quienes le rodean. Están llenos de egocentrismo y tienen como modelo de vida (para relacionarse) la manipulación. Por eso nos confunden a veces con "alagos" para luego volver a hacernos sentir mal con sus comentarios hirientes y agresivos. Van de un lado al otro y por eso su nombre.
Este tipo de personalidades normalmente tratan de reprimir su ira pero eso es algo así como intenrar mantener tapada una olla con agua hirviendo. Ya sabes que finalmente: saldrá volando la tapa con fuerza.
El problema de su hostilidad semi-oculta es que no saben como gestionar sus emociones y evitan (de forma pasiva) mostrar sus molestias, saliendo luego de manera muy agresiva. Para ellos es una forma de barajear el conflicto, evitando ser directos frente a un problema: convirtiéndose en hábito de agresión pasiva.
Estas personas "pasivo-agresivas" han aprendido que no es normal estar enojado o molesto y por eso lo reprimen al máximo: explotando de manera inevitable y casi predecible.
Entonces, ¿qué hacer? aquí tienes 5 consejos que puedes poner en práctica:
1. Observa si hay un patrón repetido
La realidad es que todos somos humanos y todos tenemos nuestros días buenos y nuestros días malos. A veces se nos escapa un comentario o poner los ojos en blanco. Pero si esto es un patrón o una reacción predeterminada cuando las cosas se ponen estresantes, es necesario abordar la agresión pasiva. Dicho esto, enfrentarlo de frente es precisamente lo que la persona pasivo-agresiva intenta evitar. Las personas pasivo-agresivas evitan conflictos "como los excrementos en la acera." Pero luego surge el resentimiento y su rabia así que intenta ver el patrón y cuando lo detectes intenta conversar sobre el conflicto "antes de que explote".
2. Deja en claro que puedes hablar de ello sin riesgo
Las personas pasivo-agresivas actúan como lo hacen porque tienen miedo de cómo vas a reaccionar . Tienen miedo de que les grite, los rechace, deje de amarlos o reaccione de una manera mucho más fuerte de lo que realmente lo hará.
Es particularmente importante identificar el comportamiento pasivo-agresivo en el trabajo. Los compañeros de trabajo pasivo-agresivos a menudo se sienten infelices o inseguros acerca de sus trabajos. Pero en lugar de señalar claramente un problema como algo que debe resolverse, los compañeros de trabajo pasivo-agresivos expresan su insatisfacción creando obstáculos, perdiendo el tiempo y, en general, haciendo que el trabajo de todos sea más difícil, para no hacerlo: digamos menos agradable.
Entonces, ya sea en el trabajo o en casa, deja en claro que prefieres que alguien hable sobre un problema que dejar que suceda.
3. Para casos incurables: valídalos
A veces, la agresión pasiva está tan arraigada que se convierte en una forma predeterminada de tratar con el mundo. Para los individuos crónicamente pasivo-agresivos, además de evitar la ira, evitan la responsabilidad. Las personas pasivo-agresivas hacen esto para evitar ser expuestas como un fracaso (después de todo, si el perro se come su tarea, no puedes darle una F) o para evitar un trabajo que creen que es demasiado bueno. Sin embargo, cuando la persona pasivo-agresiva actúa a la defensiva: se convierte en víctima.
Esto lo pone en una situación difícil porque no importa cómo lo presente, verán su intento de comunicarse y le presentarán una desviación o una excusa.
Ejemplo: "¿Qué? Saqué las toallas de la secadora como lo solicitaste, no me dijiste que tenía que doblarlas y guardarlas".
Así que comienza con empatía. Reconozca su excusa, incluso si pone los ojos en blanco. ¿Por qué? Alinearse con ellos es vital, ya que trabajar contra ellos es resbaladizo en el mejor de los casos, antagónico en el peor. Palabras como:
- Entiendo.
- Te escucho.
- Comprendo.
- Si, está bien.
Todo para dejar claro que está trabajando en equipo.
4. Piensa en tu propio comportamiento
Sea honesto acerca de cómo usted también puede ayudar a construir una dinámica poco saludable. Por ejemplo, piense en la última vez que se sintió molesto, herido o irritado por algo que hizo su compañero de trabajo o su jefe. ¿Cómo reaccionaste? ¿Abordó la situación rápida y directamente? ¿O también ha caído en patrones de agresión pasiva?
Considere cómo sus creencias y actitudes hacia el poder, el conflicto y la expresión emocional dan forma a su comportamiento en el trabajo y hacia los demás. Mientras piensa en esto, puede darse cuenta de cómo puede cambiar para dejar de mantener los sistemas pasivo-agresivos en su lugar.
5. Controla tus emociones
Cuando alguien nos toca en nuestras emociones, resulta en que actuamos y pensemos de manera irracional o no de acuerdo con nuestros valores. En resumen, esto no conduce a una situación saludable. El objetivo aquí para controlar sus emociones es despersonalizar las acciones de la persona pasivo-agresiva. Si esta persona te ha lastimado, puedes evitar que te arrastren en una espiral descendente a través de la meditación de atención plena. Para hacer esto, observe y acepte sus sentimientos.
Si a pesar de estos 5 consejos no puedes lidiar con esta persona pasivo-agresiva ni dejarte vencer por las emociones negativas, nuestros terapeutas están a tu disposición para acompañarlos en este camino. Puede ser más sencillo si hoy mismo pides apoyo.
Las informaciones publicadas por Psico.mx no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psico.mx no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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Me gusta estar sola en la rutina. Me desgasta socializar con alguien extraño. Estoy deprimida.