Errores al terminar una relación de pareja

Superar una ruptura amorosa es difícil porque te sientes herida/o confundida/o y quisieras pasar página lo más rápido posible, pero las heridas toman su tiempo y hay que cicatrizarlas. 

Cualquiera que sea la circunstancia que haya motivado la ruptura e incluso, si se hizo de mutuo acuerdo, una relación de pareja es importante en la vida de todos y cuesta decir adiós. Es como hacer un duelo y es necesario pasar por todas las etapas para dar por terminada esa etapa, sanar el corazón y seguir adelante, listos para enfrentarnos de nuevo a la vida amorosa. 

En ese proceso se cometen errores. ¡Y es normal! Tenemos rabia, tristeza, angustia, confusión de sentimientos, incertidumbre... Se acabó la estabilidad emocional que teníamos en aquella relación y tendemos a idealizarla, aún cuando sabemos que estábamos sufriendo o que ambos teníamos proyectos de vida diferentes.

Los seres humanos podemos tropezar con las piedras sin darnos cuenta de que nos estamos haciendo daño y que quizás convendría poner cabeza fría en el camino para tomar mejores decisiones. Aquí te explicamos los errores más comunes que se cometen después de cortar una relación de pareja, para que seas consciente de esas "metidas de pata". Guarda este artículo para ese momento doloroso en el que estás dejando atrás una relación y no vuelvas a cometer estos errores:

Buscar a tu ex para explicarle cómo te sientes

¿Qué necesidad tienes de contarle a élo a ella cómo te sientes? ¿Buscas complicidad, comprensión? La puedes encontrar en amigos íntimos o familiares, pero no en tu ex. No lo busques, no la busques. Deja que el tiempo haga su trabajo y afronta tus sentimientos con otras personas diferentes. Justo en el momento en que termina la relación, estás especialmente vulnerable y emocionalmente inestable de manera que tu ex no es la persona indicada para escucharte porque está directamente involucrado/a en la maraña de sentimientos que te invaden. Él o ella también está viviendo su duelo a su manera y no cuenta con las herramientas necesarias para ayudarte. ¿Necesitas desahogarte precisamente con tu ex? No lo busques. Escríbele lo que sientes pero no le envíes esa carta.

Escribir es una manera muy práctica y efectiva de poner en orden las ideas y relatar con tus palabras lo que estás sintiendo. Agarra pluma y papel. No te sientes frente a la computadora a redactar un borrador de mensaje porque podrías caer en la tentación inmediata de "enviar" el mensaje. La idea es que tú despliegues tus sentimientos en palabras y que el papel te sirva como catalizador. En el papel podrás reclamar, justificar, preguntar y compadecerte por lo que sucedió. Guarda ese papel y si tienes necesidad de revisarlo, vuélvelo a leer y te darás cuenta de que con el paso del tiempo, tus sentimientos han cambiado y, en la medida que te sientas mejor, notarás que lo que escribiste en aquel momento ya no tiene mucho sentido. Mucho de lo que está escrito querrás guardártelo para ti no más. 

Asediar a tu ex

Llámalo asediar, acosar, atosigar, insistir, agobiar... Llámalo como quieras, pero deja de hacerlo. ¿Por qué quieres saber cómo le va la vida? ¿Para convencerte de que no está bien sin ti? Si has oído la expresión "démonos espacio y tiempo" comprenderás que eso es precisamente lo que necesitan ambos. Si tu ex fue quien quiso terminar la relación, con mayor razón debes evitar el acoso. Puede que no entiendas sus motivos para tomar la decisión, pero estás obligada/o a respetarlos y tomar distancia. 

¿Que duele? ¡Claro que sí! Pero cometer este error implica darle mucha más importancia a la relación de pareja que a tu amor propio. En estos momentos es cuando más necesitas fortalecer tu autoestima y re-enamorarte de ti misma/o. Permítete reencontrarte contigo misma/o, con tus amigos, valora tu propio tiempo y poco a poco irás recuperando tu confianza y tu alegría. 

¿Que te cuesta aceptar la nueva situación? ¡Por supuesto! Hasta ayer tenías una relación de pareja y ahora no. Después de la ruptura, tenderás a idealizar a tu ex y de pensar en todo lo bonito que compartían, pero ¿dónde quedan los defectos que te molestaban, los errores, los comportamientos que motivaron precisamente la ruptura? Piensa que sí es posible dejar atrás esa relación porque ya terminó y que puedes salir más fortalecida/o para una nueva relación de pareja, más adelante. 

Cuando hay hijos de por medio, es inevitable el contacto con tu ex porque tienen que hablar asuntos relacionados con los hijos. Es muy importante que ambos tengan claro que, efectivamente, deben ponerse de acuerdo en los asuntos relacionados con los hijos y que no deben mezclar sus diferencias como pareja con lo concerniente a los hijos. El enfoque de las conversaciones debe estar claro y éstas deben ser precisas y puntuales. 

Lo mismo sucede cuando quedan asuntos pendientes relacionados con la convivencia (pagos de facturas, deudas, repartición de objetos, cuidado de mascotas, etc).  No son necesarias largas conversaciones sobre estos asuntos. Mientras más prácticos sean, mucho mejor para el proceso de la ruptura. 

No hace falta entrar en el juego de las provocaciones y si el acoso ya supera los límites tolerables, es necesario informar a la familia y/o a las autoridades, si es el caso. 

Cansar con el tema

Terminaste tu relación y estás hundida/o. Necesitas hablarlo con tus amigos y/o familiares. ¿Es necesario hacerlo continuamente, a todas horas? No. Tus interlocutores también tienen temas qué comentarte. Muestra empatía y escúchalos. No creas que el mundo entero gira en torno a tu ruptura. Ahoga las penas como más lo necesites y seguro que tendrás personas íntimas dispuestas a acompañarte, pero llega un punto en que el tema cansa. Hablar sirve para aclarar las ideas y fortalecerte, de manera que poco a poco irás sintiendo que ya no necesitas darle más vueltas al mismo tema o que ya puedes abordarlo desde un punto de vista diferente. Si estás hablando de tu ruptura siempre y en los mismos términos con tus amigos cercanos, puedes llegar a agobiarlos. 

Es el momento de enfocarte en ti misma/o, de recuperar tu autoconfianza y de recuperar la pasión por tus actividades en solitario o con los amigos. Date la oportunidad de escuchar las historias de tus amigos, de hablar de temas diferentes, de experimentar nuevas actividades y conocer otras personas. No tiene qué ser inmediatamente después de una ruptura. Tómate tu tiempo. Tal como decíamos al comienzo, se trata de un duelo y es un proceso que conlleva varias etapas. 

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