¡Nos enamoramos de 3 maneras en nuestra vida!
La psicología afirma nos enamoramos tres veces, a lo largo de nuestras vidas y que además son enamoramientos diferentes. Descubre si ya te has enamorado de todas las formas posibles.
El amor es el sentimiento universal, nos hace sentir más vivos y esperanzados. Es una emoción viva, especial y por supuesto que también difícil de comprender. Sabemos que el amor es lo más fuerte del mundo, aunque sea invisible a los ojos, nos mueve cada día. Por amor cambiamos nuestras vidas, rutinas e incluso el rumbo de nuevas metas.
El amor gira en nuestras cabezas.
Sin embargo, otra de las potentes características del amor es que su intriga es casi infinita. No sabemos aún ¿por qué nos enamoramos? Algunos piensan:
- Para perpetuar la raza humana
- Se trata de una construcción social
- Está en nuestra mente nada más
- Es un estado muy profundo sin determinar
En cualquiera de los casos, estudios de psicología y neurología nos demuestran que el amor es una elaboración mental que sin duda involucra al inconsciente y subconsciente. Según este mundo científico: nos enamoramos tres veces en la vida. Es importante destacar que no significa que nos enamoremos de tres personas diferentes, sino que son tres las maneras de enamorarnos. Es decir, puede ser de una sola pareja o de más de tres.
Las experiencias de la vida son únicas, como lo son las personas.
¿Cuáles son esas tres formas de enamorarse?
Te dejamos las tres maneras que a lo largo de tu vida te relaciones con el amor desde el punto de vista del enamoramiento hacia una pareja.
1. Amor idealista: el primer paso hacia nuestra felicidad
Los estudios revelan que este "amor idealista" es el que se experimenta en la juventud. Se trata de ese primer amor cuando somos adolescentes, suele ser más inocente, ingenuo y desde el corazón, sin cicatrices previas de experiencias pasadas de otras parejas. Aquí hablamos de nuestras primeras experiencias, esa primera vez... cuando el corazón latía muy fuerte y teníamos millones de mariposas en la barriga.
Es un amor idealista porque sólo tenemos proyecciones de lo que debería ser, construcciones de la sociedad que nos mueven hacia "un supuesto ideal". Cuando somos jóvenes vemos todo color rosa, asumiendo que las amistades también serán para toda la vida. Normalmente los adolescentes ven su presente y futuro sin fallos, es como si no fuera parte de la ecuación.
Existe sufrimiento cuando esta inocencia se da cuenta de que el amor real es diferente a lo que se creía.
2. El amor necesario: el segundo paso que te haces crecer
Después de haber vivido la etapa del "amor idealista" comienza una fase de sufrimiento porque nuestras expectativas no fueron correspondidas. La realidad es que todos todos queremos conocer al amor que se parece a nosotros, ese que cumple nuestros deseos y nos arropa con comodidad y puros sentimientos positivos. En este amor necesario queremos superar el primer amor y buscamos incanzablemente un espejo que nos diga cada día "te amo".
Este amor suele ser individualista porque de forma inconsciente buscamos reparar el daño de la relación pasada. Por eso se trata de una relación intensa con amor apasionado y totalmente irracional. Hay que tener mucho cuidado porque nos puede llevar aún más al sufrimiento por la excesiva codependencia que se llega a generar entre la pareja.
3. Amor inesperado: el tercer y último paso ¡a la felicidad pura!
Los dos primeros estados de enamoramiento son muy importantes para alcanzar este amor inesperado estos nos permitieron aprender sobre nosotros mismos. Saber que queremos y que no, lo que estamos dispuestos a aceptar y lo que no. Estamos llenos de deseos pero desde la honestidad y sin olvidarnos de nosotros mismos. Es el equilibrio perfecto después de haber pasado ambas etapas de enamoramiento. Se trata de un tercer amor y paso a la culminación del entendimiento que podemos alcanzar la felicidad en nuestra vida, compartiendo con una persona especial.
Conclusiones
Es curioso que alcanzamos el amor inesperado cuando entendemos que podemos ser felices sin estar enamorados. Es por esta razón que el amor es más real, nos recuerda cada día que podemos vivir solos pero disfrutamos profundamente esta compañía. Las necesidades de ambos, esas complicidades, la comprensión y sinceridad hacen que esta relación sea mucho más fuerte de lo que hemos experimentado antes.
Nuestra pareja pasa a ser amado sin expectativas ni necesidades. Ser feliz para dos es sumar uno al otro sin restar lo que nos falta, es multiplicar las alegrías y los placeres para sentirnos más fuertes.
Si leyendo este artículo te cuestionas ciertos problemas, recuerda que puedes contactar a un psicólogo para que te ayude y guíe en tu camino del amor.
Las informaciones publicadas por Psico.mx no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psico.mx no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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