¿Soy demasiado perfeccionista? 8 Signos de que estás obsesionado con la perfección

Una persona perfeccionista quiere parecer, sentir y ser perfecta ante los demás y ante sí misma. A pesar de que la mayoría podemos considerar esta característica como algo positivo, la realidad es que cuando el perfeccionismo es llevado al extremo, puede acabar teniendo muchos efectos negativos en la salud mental.

Es decir, una persona que tiene una tendencia demasiada perfeccionista puede acabar con unos estándares excesivamente altos así como una actitud demasiado crítica hacia sí misma. Pero, ¿cómo detectar estos problemas y cómo afrontarlos?

¿Qué es el perfeccionismo?

El perfeccionismo se trata de un rasgo de la personalidad que comporta también actitudes y comportamientos específicos. Cuando hablamos de personas perfeccionistas nos referimos a la tendencia a tener altas expectativas, lo que puede hacer que acaben realizando rutinas muy consistentes para conseguir sus objetivos.

Una actitud muy perfeccionista tiende a estar sujeta a intentar contentar los estándares de la sociedad, ya que normalmente las personas con exceso de perfeccionismo buscan ser admirados por sus logros. Esta actitud demasiado extrema suele implicar un comportamiento muy rígido, controlado y crítico consigo mismo.

¿Cómo saber si eres una persona perfeccionista?

Debemos tener en cuenta que el perfeccionismo no se trata de un rasgo negativo en sí, se vuelve una actitud perjudicial cuando hay una tendencia muy extrema a ello. Teniendo en cuenta esto, algunas de las señales que pueden indicar que una persona tiene una tendencia muy perfeccionista son las siguientes:

1. Pensamiento de todo o nada: Los perfeccionistas no aceptan un resultado que no sea la perfección. Es decir, si tiene un resultado que no considera perfecto, esto le comportará un ‘fracaso’.
2. Ser muy crítico: Las personas perfeccionistas suelen ser muy críticas con ellas mismas. Es decir, tienen un diálogo interno muy crítico debido a las altas exigencias que tienen en sus estándares.
3. Les mueve el miedo: El perfeccionismo extremo suele estar vinculado al miedo. Es decir, las personas quieren lograr el éxito por miedo a no ser reconocidas con los demás.
4. Idealistas: En lugar de tener un objetivo realista, las personas perfeccionistas tienden a establecer metas muy idealistas. Esto puede acabar comportando un sentimiento de fracaso continuo.
5. Se centran solo en los resultados: Otra de las características de los perfeccionistas es estar centrado en los resultados. Por lo que, estas personas no se centran en disfrutar del camino, sino solo en el objetivo final.
6. Sentimiento de fracaso: Cuando los perfeccionistas no logran sus objetivos, aunque estos tienen unos estándares muy altos, se pueden sentir fracasados. Es decir, estas personas tienden a ser menos felices y tienden a experimentar más ansiedad.
7. Miedo al fracaso: Otra de las características comunes de las personas muy perfeccionistas es el miedo al fracaso. Debido a la importancia que le dan a los resultados, las personas perfeccionistas tienden a experimentar un mayor miedo al fracaso.
8. Baja autoestima: Las personas que buscan tener grandes logros para demostrar a los demás tienden a padecer de una falta de autoestima.

Una actitud demasiado perfeccionista puede hacer que las personas tengan tendencia a aislarse de los demás debido a que están constantemente trabajando en objetivos demasiado idealistas o en metas demasiado grandes.

Ejemplos de comportamiento perfeccionista

El exceso de perfeccionismo no se presenta de la misma manera en las personas. De hecho, algunas de las maneras en las que puede afectar a las personas son las siguientes:

• Imagen corporal: El perfeccionismo puede estar muy vinculado con los trastornos alimentarios como la bulimia y la anorexia. Esto es debido a que cuando esta actitud se vuelve extrema se puede manifestar como una preocupación para mantener un determinado peso o buscar un estándar corporal.
• Éxito académico: Los perfeccionistas pueden acabar obsesionándose con sacar sobresalientes en sus asignaturas. Aunque está bien querer lograr los mejores resultados, en este caso, puede existir una obsesión debido a que no toleran una peor puntuación.
• Complacientes: Las personas perfeccionistas  también pueden serlo en sus relaciones, intentando cumplir con las necesidades de los demás a toda costa. Es decir, en este caso, los perfeccionistas intentarán complacer a sus seres queridos debido a que tienen miedo a decepcionar a los demás.
• Crianza de los hijos: Algunos padres pueden llegar a ser demasiado perfeccionistas para intentar criar de la mejor forma posible a sus hijos. Esto puede comportar ser críticos con ellos o incluso acabar juzgando algunas de sus actitudes, creando demasiadas expectativas hacia ellos.
• Rutinas: En algunos casos, las personas con demasiada tendencia al perfeccionismo pueden llegar a cumplir con rutinas muy específicas para intentar alcanzar sus objetivos. Es decir, llegar a ser muy pocos flexibles ante los acontecimientos que les impidan cumplir con esta rutina.

¿Cuáles son las causas del perfeccionismo?

Aunque no existe una causa concreta que pueda hacer que las personas se vuelvan demasiado perfeccionistas, la realidad es que este comportamiento puede vincularse a los siguientes aspectos:

• Estilo de crianza: Tener unos padres muy perfeccionistas puede acabar comportando que los hijos también tengan este rasgo en su personalidad. De hecho, los padres con esta actitud tienden a ser duros e exigentes con sus hijos.
• Experimentar un trauma: Los niños con experiencias traumáticas relacionadas con el resultado o con juicios por parte de los demás también pueden acabar desarrollando una tendencia demasiado perfeccionista.

¿Cómo dejar de ser tan perfeccionista?

Aunque ser perfeccionista no es algo negativo, si sientes que tienes demasiada tendencia a este comportamiento, algunas de las sugerencias que pueden tener en cuenta para abordarlo son las siguientes:

1. Practica la autocompasión: Esto significa ser más amable contigo mismo y prestar más atención a tus sentimientos, necesidades y deseos. Es decir, dejar de lado ser tan crítico contigo y tratarte como si fueras tu mejor amigo.
2. No te centres en los resultados: Una de las características de las personas demasiado perfeccionistas es que se centran demasiado en los resultados. En lugar de centrarte en tus resultados, intenta disfrutar de lo que haces diariamente para llegar a aquello que deseas.
3. Razona con tus pensamientos: Muchas personas con tendencia perfeccionista suelen tener un diálogo interno muy negativo. Por lo tanto, una manera de abordar estos pensamientos es precisamente, razonar con estos pensamientos.
4. Deja de compararte con los demás: Compararte con los demás solo hará que aumente tu diálogo interno crítico. Por lo tanto, es recomendable que intentes lidiar con estos pensamientos, solo intentando compararte contigo mismo.
5. Acude a terapia: Si sientes que el perfeccionismo te está causando mucho malestar, es importante que acudas a un psicólogo profesional.

El perfeccionismo, cuando es un rasgo saludable, puede impulsarnos a rendir más y a ser más productivas. En cambio, cuando este es demasiado exagerado, esto puede acabar afectando nuestra salud mental. Por lo que, es importante cuidarnos cuando nos volvemos demasiado críticos con nosotros mismos.

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