8 maneras sencillas de poner en práctica el autocuidado

Vivimos tan atrapados en nuestras obligaciones y ya estamos tan adaptados a rellenar nuestro cotidiano con mil actividades que muchas veces no conseguimos encontrar tiempo para nosotros mismos. Para mantener esta forma de vida donde no hay espacio para la pausa ni tampoco para la contemplación, no pensamos dos veces antes de poner el autocuidado en segundo plano.

Si por algún motivo tenemos una semana llena en el trabajo, cancelamos la ida al gimnasio, reducimos la vida social y incluso dejamos de comer. Y si no prestamos atención, lo que era la excepción pasa a ser la regla.

El autocuidado es fundamental para nuestro bienestar emocional, mental y físico. Es lo que nos ayuda a:

• Reconocer nuestro valor y a mantener una relación sana con nosotros mismos. Si practicamos el autocuidado, nuestra autoestima y confianza aumentan.
• Equilibrar la vida laboral y personal. Ser workaholic no es una calidad. No raro las personas que solo trabajan desarrollan enfermedades cardíacas, son más estresadas, ansiosas y pueden incluso sufrir el síndrome de burnout.
• Manejar el estrés. Hábitos constantes de autocuidado como comer sano, conectarse con personas queridas o meditar reducen los efectos del estrés al mejorar nuestro humor y al recargar nuestra energía.
• Dejar de solo existir para empezar a vivir. Solo se vive una vez y es importante dar más significado a nuestra existencia. Cuando nos cuidamos tenemos la oportunidad de potenciar nuestras habilidades para construir una vida extraordinaria.

Ahora que ya conoces algunos de los beneficios del autocuidado, te damos 10 consejos valiosos para practicarlo:

1. Come sano

Los alimentos son nuestro combustible y una alimentación sana reduce los riesgos de contraer alguna enfermedad, mejora nuestra disposición, fortalece la inmunidad y hasta nuestro estado de ánimo. No está solo relacionado con una cuestión estética o con la pérdida de peso, pero con sentirse bien por dentro y por fuera.

También es importante hidratarse. Cerca del 70% de nuestro cuerpo está compuesto por agua y si no mantenemos el nivel adecuado de agua en nuestro organismo, no producimos las reacciones químicas vitales.

2. Duerme

Muchos estudios han comprobado que una buena noche de sueño mejora la memoria, reduce la ansiedad y la agresividad, ayuda a controlar el peso y a incrementar la creatividad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste que dormir no es un placer sino una necesidad y recomienda que los adultos deben dormir al menos seis horas diarias.

Por otra parte, la falta de descanso puede disminuir la capacidad de concentración, generar problemas gástricos y de apetito, aumentar la irritación, entre otros.

3. Abraza más

Un abrazo va más allá del simple contacto físico, ya que ayuda a mejorar la salud física y emocional. Cuando recibimos demostraciones de cariño, como un abrazo, el cuerpo libera oxitocina, también conocida como la hormona del amor por estar relacionada con nuestra capacidad de crear vínculos con las otras personas. La liberación de oxitocina proporciona bienestar y satisfacción.

Además, un abrazo prolongado (de más de 15 segundos) ayuda a regular la respiración, a relajarnos, fortalece la autoestima y el sistema inmunológico.

4. Aléjate de las personas tóxicas

Todos conocemos al menos una persona tóxica, o sea, aquella que intimida, culpabiliza, desgasta o cosifica al otro con quien se relaciona. Lidiar con gente así no es fácil, pero si no actuamos esta persona puede comprometer nuestra salud física y emocional.

Aunque en algunas situaciones no podemos elegir con quienes nos relacionamos debemos tener en mente que las personas tóxicas solo hacen daño a quien no le ponen límites y se lo permiten.

Busca una manera de sacar a estas personas de tu vida. No es fácil cuando se trata del jefe o de alguien de la familia. Sin embargo, si no tienes ningún sentimiento o la necesidad de cruzarte con la persona tóxica, no dude en apartarla definitivamente de tu vida.

5. Aprende a decir no

Saber decir no es tan importante cuanto saber decir sí. No respetar nuestros límites ni nuestros intereses para siempre complacer a los demás puede ser una señal de inmadurez y baja autoestima.

Muchos de nosotros no conseguimos decir que no por temor al rechazo, a la ira o simplemente por la incertidumbre de cuál será la reacción de la otra persona. Según los psicólogos, este deseo de siempre querer agradar a la gente viene de la infancia cuando creíamos que deberíamos ser buena niña o bueno niño para ser amados por nuestros padres.

El empresario y autor del libro “El poder del no” James Altucher señala que cuando dices sí a algo que no quieres hacer el resultado es desastroso.

Odias lo que estás haciendo, odias quien te pidió para ejecutar la tarea y, por fin, odias a ti mismo por no saber decir no.

Si estás luchando para decir no, acuérdate que el no es lo que te permitirás a decir sí a lo que importa. Decir no te ayudará a ser una persona mejor porque cuando decir sí será porque realmente lo quiere y no porque tiene miedo al rechazo.

6. Haz deporte

Practicar actividad física regularmente no se trata solo de ponerte en forma o de aumentar el tamaño de tus músculos. Los beneficios de ejercitarse van mucho más allá y el deporte puede, incluso, alargar tu expectativa de vida. Además, los ejercicios son un gran aliado para combatir la depresión, la ansiedad, la tristeza y el estrés.

La falta de tiempo no debe ser la excusa para no ejercitarse puesto que con 30 minutos diarios ya es posible notar los cambios en la salud física y mental. Y si aún no estás convencida/o, el deporte también:

• Aumenta la memoria y la velocidad del pensamiento
• Ayuda a dormir mejor
• Fortalece la autoestima
• Incrementa la energía

7. Haz algo sólo por diversión

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo sólo por pura diversión? ¿Sin pensar en un beneficio tangible? Divertirse sin pensar en nada más es una excelente manera de autocuidarse.

Dedica algunos minutos de tu día para subir la música y bailar, jugar un juego, decorar la casa con flores, contar una broma o hacer cualquier otra actividad que te haga sonreír.

¿El resultado? Una persona más agradable, más satisfecha con lo que tiene y más feliz.

8. Organiza tu entorno

Tu entorno puede reflejar tu estado interno. Mantener tu ambiente de trabajo, tu casa y tus cosas ordenadas es una señal que te cuidas. El sitio donde te encuentras debe ser limpio, cálido y agradable.

Por otro lado, ambientes sucios, poco iluminados y desordenados nos molestan y impactan de forma negativa en nuestro estado psicológico.

Finalmente, acuérdate que cuidar de uno mismo no es egoísmo, pero un acto de amor propio. También refleja cuidado a los demás. Al fin y al cabo, cuando estamos bien es mucho más fácil ser generosa/o y ayudar a las otras personas. 

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