Cerrando ciclos
Siempre que terminamos o cambia una etapa en nuestra vida es muy usual que nos digan que debemos cerrar ciclos, ¿cómo se le hace? Es fácil decirlo, ¿pero será fácil hacerlo?
Los ciclos no son puertas a las que les pones una llave, la cierras, tiras dicha llave y dejas de mirar al otro lado del portal, dándole la espalda y dejándola atrás. Los ciclos son decisiones, las decisiones son acciones y las acciones conllevan a un resultado.
Un ciclo debe cerrarse cuando tu estabilidad emocional y tus actividades o ámbitos familiar, laboral, escolar, social, etc., se está viendo afectados, cuando el sentimiento de dolor es más grande que la razón, la inteligencia e inclusive hasta la conciencia, cuando dejas de pensar en ti y solo te enfocas en esa situación, perdiendo la autoestima y sobre todo el amor propio, porque te entregas sin reservas y das todo por la persona que ya no está, al trabajo que ya no tienes y tu vida depende de lo que otra persona decida y ya no entorno a lo que tu quieres, deseas y a tu propia decisión, centrándote y mirando lo que tal vez ya nunca sucederá.
Ese es el momento en el que te darás cuenta que el lamento, la frustración y los cuestionamientos o los por qués (¿por qué me sucedió a mi?, ¿Porque ahora?, ¿por qué yo?, si todo era perfecto, si yo lo di todo, si yo puse de mi parte, etc.) sólo incrementan tu angustia e inestabilidad emocional afectando todo tu ser.
¿Qué hacer para solucionarlo?
Libérate, fluye, acepta, aprende y evoluciona.
¿Por qué es importante?
Para muchos parecerá ya una convivencia normal de tan acostumbrados que están con este tipo de emociones o sentimientos, pero no nos damos cuenta que la energía de la cuál estas completamente hecho, está siendo enfocada al desperdicio y no está siendo retroalimentada y se estanca, no te permite crecer, no visualizas nuevos horizontes y/o personas, incluso te ciegas en pensar que el sufrimiento será eterno ¡Libérate!
Nada es eterno, ni la felicidad, ni el sufrimiento. Tenemos ambas porque existe un equilibrio y porque la vida sería insípida sin la mezcla de estas dos poderosas energías. ¡Fluye!
¿Qué aprendiste de esta experiencia?
Todo suceso en la vida es una lección que te invita a crecer, sanar y aprender. Si en su momento viviste cosas buenas, quédate con esos recuerdos, alimenta tu espíritu de aquello positivo. ¡Acepta!
Aprenderás a sanar poco a poco tus heridas emocionales, cerrando ciclos y dando paso a nuevas y renovadas oportunidades. ¡Aprende!
No te cierres o niegues dicha oportunidad de la enseñanza que esa situación te está brindando, siendo un mejor ser humano y recuerda solo ver lo positivo, lo bueno y... ¡Evoluciona!
Las informaciones publicadas por Psico.mx no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psico.mx no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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